sábado, 16 de julio de 2016

ACUSATORIA

yo acuso

me acuso de desdén por la alegría
durante dos décadas y un lustro

de aburrimiento y miedo
de pereza y pobreza

de cobardía y fidelidad a los monstruos que aniquilan
toda primavera

de oscuridad y grises multiplicados en brumas
y silencios

de soledades multitudinarias
y de compañías desoladas

de oportunidades negadas al amor
a la libertad
al sol
a la lluvia y a la magia

Me acuso de timidez y conveniencia
de formalidad obtusa
de legalidad
de pausa, prisa y cronométricas costumbres
registradas en agendas
de piel sin sangre
y sangre sin manchas
y manchas sin dolor
y dolor sin lágrimas

de lágrimas
y más lágrimas en noches ovilladas
y tejidas otra vez en mañanas idénticas
a otras mañanas
de ayer
y de mañana

de un amor con culpa
y una culpa por amor cuando el amor no sabe purgar
muertes voluntarias

Me acuso
de esta larga desconfianza en los amaneceres nuevos
de este terror al deseo
al horizonte y al vuelo
a quebrar el círculo antiguo oculto en el nido
a la migración del alma y de los ojos y los besos

Me acuso
de sed en el desierto
y de tanto abnegado abandono
de mí
y de los otros


Silvia Piccoli – 5 de enero de 2016



4 comentarios:

  1. Silvia Píccoli: ¡Absuelta!

    Me animo a pronunciarme, no como un cazador de brujas, más bien como un humilde miembro de un tribunal popular (alguna fantasía de revolución siempre nos habita).
    Absuelta está, esta chica que por años juntó palabras, en el alma o vaya a saber dónde, para tirarlas en 2016 a la cabeza como cascotazos que ojala algunos nos pegue. Pero que arroja también palabras fraguadas en balas hechas versos/besos, los más tiernos, los que reparan las heridas más inconcebibles.

    Fernando Ledesma

    ResponderEliminar
  2. Muy bueno. Cuando tenemos el valor de brindar el alma, nace la poesía. ¡Felicitaciones!

    ResponderEliminar